El adelanto electoral que quiso Rubalcaba que preveía menos malo para él que el próximo Marzo se le está atragantando. Primero los datos del paro, ahora Pepiño le ha obsequiado con un regalito incendiario en forma de caso de gasolinera. Tal vez de la más cara que pueda existir. No vamos a entrar a valorar el caso Pepiño, el de la cara de trapo, como no valorariamos el de Camps. Solo hay que decir que el siguiente gobierno español debería incidir en dos cuestiones que no va ni a valorar: una es en la tolerancia cero en los casos de corrupción política. El dinero que chorizan los políticos de todos los colores y ámbitos posibles es mucho dinero como para no tenerlo en cuenta de cara a déficit varios. Otra cuestión sería la tolerancia cero en la evasión de impuestos. Se deja de ingresar mucho dinero en actividades y trabajo sumergido como para luego pedir un esfuerzo a los mileuristas e inferiores que tienen sus números al día.
Con todo esto no nos extraña que Rubalcaba diga que es más fácil que gane el Madrid al Barcelona que él le remonte a Rajoy. Nosotros añadiríamos que es más fácil que el Granada le ganara al Barcelona y al Madrid en la misma temporada antes que Rubalcaba remontara a Rajoy.
EL CANDIDATO A LA MONCLOA SIEMPRE HA DEFENDIDO LA INOCENCIA DEL MINISTRO
La juez noquea a Blanco y arruina a Rubalcaba: envía al Supremo el 'caso de la gasolinera'
El caso de la gasolinera le ha estallado al PSOE en el peor momento, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba trata desesperadamente de remontar en las encuestas. La juez Estela San José, que investiga el fraude en la concesión de ayudas públicas en Galicia y el presunto cobro de comisiones por José Blanco, ha decidido elevar al Tribunal Supremo la parte del sumario que afecta al ministro de Fomento y portavoz del Gobierno. El candidato socialista a La Moncloa ha puesto siempre la mano en el fuego por Blanco, al que ha defendido reiteradamente de las acusaciones de Jorge Dorribo, que asegura haberle pagado 400.000 euros a cambio de gestiones para salvar sus empresas.
Pese a las maniobras del propio Blanco y del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para evitar que la juez remitiese el caso al Tribunal Supremo antes del 20-N, San José ha terminado imponiendo su criterio y enfrentándose al fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Lugo, Javier Rey, partidario de ordenar nuevas pruebas periciales y testificales para retrasar el proceso. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, según fuentes cercanas a la investigación consultadas por El Confidencial, ha visto indicios delictivos en la actuación del ministro de Fomento, que, dada su condición de aforado, sólo podría ser enjuiciado por el alto tribunal.
Fuentes del Supremo se han limitado a confirmar que el escrito de la juez ha tenido entrada en el registro esta misma mañana. Sin embargo, elevar la causa al alto tribunal no supondría automáticamente que éste pidiese un suplicatorio al Congreso para proceder contra Blanco. De hecho, el Supremo suele observar a rajatabla la ley no escrita de postergar ese tipo de decisiones durante las precampañas y campañas electorales. Pero la decisión de la juez San José significa un tremendo varapalo para las aspiraciones políticas de Blanco, que encabeza la candidatura del PSOE por Lugo, y tal vez la puntilla para un Rubalcaba que, lejos de remontar en las encuestas, ve cómo sus expectativas de derrotar a Mariano Rajoy se hunden cada día.
Fuentes próximas a Blanco citadas por Europa Press han asegurado que el ministro de Fomento confía en que la decisión de la juez de Lugo permita "desbloquear la situación de indefensión" en que se ha visto hasta ahora y demostrar su inocencia. "Confía en poder demostrar ante quien sea su inocencia, cosa que hasta ahora no ha podido hacer", han señalado. Las mismas fuentes han pedido esperar a que se conozca el contenido de la documentación que San José ha remitido al Supremo, ya que puede darse el caso de que ésta considere que no hay caso contra Blanco -y el alto tribunal así lo avale- o que haya decidido elevar todo lo relativo al ministro antes de investigarlo para no caer en un error de procedimiento.
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