domingo, 25 de marzo de 2012

EL HORARIO DE VERANO EN ESPAÑA: LA HORA ROBADA EN 1940 QUE NO DEVOLVIERON NUNCA




¿Desde cuando nos arrebatan esta hora mal llamada de verano? No hace mucho. Hasta 1884 el tiempo que regia a la población mundial era la solar y local. La gente se levantaba al alba, comia a mediodía cuando el sol tocaba el cénit y acudían a la cama al anochecer. Por la noche solo trabajaban los serenos y pocos más. ¡¡Todos a dormir!!. Con a aparición de la luz eléctrica dentro de la segunda revolución industrial a finales del S.XIX, sobre todo tras la invención de Edison de la lampara incandescente en 1879, se llevó paulatinamente a un cambio de horarios laborales a lo largo del S. XX que volcaron a un cambio de horarios en el ocio nocturnos desconocidos hasta entonces. Junto a la aparición de tan satánico invento para el organismo humano llevo otro acontecimiento también algo antinatural para la vida del hombre: los tramos horarios en base al meridiano consensuado situado en Greenwich que dividía la tierra longitudinalmente en 24 meridianos que formarían las 24 horas terrestres. Esto fue consensuado en un congreso de 1884 en Estados Unidos.
En España entró en vigor con la regencia de Maria Cristina en un decreto de 26 de Julio de 1900. España estaba dentro del meridiano de Greenwich que pasa por Castellón. A pesar de esto se tomó el eje que pasa por Madrid que tendría 15 minutos de diferencia con respecto a Greenwich. Esta medida iria acompañada por el reloj dividido en 12 horas. 
Ese sería el uso horario hasta que en 1905 se le ocurrió a un constructor inglés el llamado horario de verano con el fin de que en primavera y verano las tardes tuviera más luz solar que las mañanas para poder aprovechar más la luz diurna, no para ahorrar energía como se dice en la actualidad. La primera vez que se aplicó dicho horario de verano fue el 30 de Abril de 1916 durante la I Guerra Mundial por parte de Alemania y sus aliados. España lo aplicaría por primera vez en 1918. En España, al margen de ese primer año no se aplicó nada más que en 1919 y 1924. No se volvería a aplicar hasta 1936 durante la guerra civil cuando ambos bandos tomaban su horario. En 1939, tras la victoria Nacional, se aplicaría su horario de verano en toda España que volvería a su hora en Octubre de dicho año, pero algo cambió al año siguiente. 

 

La hora que no volvió:


El 7 de Marzo de 1940 se publicó en el BOE la normativa por la cual el 16 de Marzo a las 23 horas se adelantaría una hora el reloj "hasta nueva orden". No hubo nueva orden. A partir de dicho día, el horario español pasó de ser el meridiano +1, meridiano natural de centro europa. La hora no volvió a su horario natural español olvidandose era "hora robada". Curiosamente, esta hora adelantada llevó a un cambio horario pero no un cambio social ya que los españoles continuaron realizando su vida normal hasta ese momento. De ahí el cambio del horario natural en las comidas que se adelantaría una hora ya que el horario biológico continuó siendo el mismo. 

El horario de verano, por consiguiente, no volvió a verse en España ya que todos los días del año tuvieron el horario de
verano. 

A partir de 1974 nos roban otra hora más en verano


Durante todo el periodo franquista no se volvió a tocar el reloj. Pero a partir de 1974 se volvió cada año a quitar una hora en verano al reloj... ¡¡Sin haber nunca devuelto el horario a su hora natural!! ¿Qué significó esto para el sistema biológico del español? Que en verano a partir de 1974 vivimos en España con dos horas más que el horario natural de Greenwich. Con todos los retoques realizados desde su implantacion en España podríamos decir que para un Castellonense después de la hora adelantada el domingo 25 de Marzo, su horario actual está desfasado con el natural en 2 horas y 15 minutos. De ahí que el horario natural biológico haya sido trastocado de tal forma que durante el verano la hora "natural" de comida y cena sea la artificial de las 15 y 22 horas. Esto ha trastocado de tal forma el horario biológico español que funcionamos muy distinto a unas costumbres europeas que hasta hace menos de un siglo eran también nuestras. 

O una de dos, o nos devuelven la hora que nos arrebataron en 1940 o no volvemos al horario de verano que nos lleva al +2 típico de la europa del este.

Esta complicado decidir porque, como en todo, la UE ha impuesto esta modalidad de horario de verano con lo cual, tal vez, la única opción sea devolvernos la hora robada el 1940. 

Curiosamente, los dos paises de Europa que han decidido prescindir del horario de verano por motivos de salud pública desde este año son los dos ejemplos a seguir: Islandia y Rusia. Otros países que no aplican ese aumento de hora en el mundo son China, India y Japón. 

Además... ¿Para qué queremos adelantar una hora de verano para ahorrar energía si las empresas que son las que más consumen aprovechan esta hora de más para cerrar a las 23 horas los comercios en verano en lugar de ahorrar luz cerrando antes? De nada sirve para el coste energético español el aumentar una, dos o tres horas si no se mantienen unos horarios laborales acordes con Europa donde se deja de trabajar a las 17 horas, como muy tarde, para poder hacer vida social. ¿Para qué queremos el privilegio de más horas de luz si los perdemos en el trabajo? Este es el otro gran reto de España para poder adaptar el horario a la vida real.  

 

 

 

martes 18 de octubre de 2011


El horario español (I)


En 1901 se adopta en España la hora del meridiano de Greenwich. De 1918 a 1940, de manera irregular, se adopta el horario de verano en primavera para recuperar el horario normal en otoño.

Hasta el siglo XIX, la hora venía determinada en cada núcleo de población por el reloj solar que solía encontrarse en la fachada de la iglesia o de alguna otra construcción principal. En otros lugares no había ni siquiera reloj de sol, pero en realidad no era necesario, puesto que la gente se levantaba al alba, descansaba para comer al mediodía, cuando el sol se encontraba en lo más alto, y terminaba su trabajo para regresar a casa al anochecer. Si uno tenía que trasladarse, comprobaba como esos momentos del alba, mediodía u ocaso variaban a medida que uno se movía por el país de este a oeste o viceversa.

Tampoco existía el concepto de hora oficial de un país, cada territorio, en España cada provincia, tenía su propia hora local correspondiente a su meridiano. En España los servicios oficiales del Estado y los trenes enlazados a la red general, se regían por el horario del meridiano de Madrid. Pero a mediados del siglo XIX surgió la necesidad de homogeneizar los horarios de zonas próximas, para resolver el problema, el presidente de los EE. UU. convocó una conferencia internacional que se celebró en 1884 en Washington. Asistieron delegados de 25 países y se votaron las siguientes resoluciones:
  1. Este Congreso opina que es deseable adoptar un meridiano principal único para todas las naciones, en lugar de la multiplicidad de meridianos iniciales que existen ahora.
  2. La Conferencia propone a los gobiernos aquí representados la adopción del meridiano que pasa por el centro del instrumento de tránsito en el Observatorio de Greenwich como meridiano inicial de longitud.
  3. A partir de ese meridiano inicial de longitud se contarán meridianos en dos direcciones, este y oeste, hasta los 180 grados de longitud. Hacia el este las medidas serán positivas (+) y hacia el oeste, negativas (-).
  4. La Conferencia propone la adopción de un día universal para todos los propósitos que se estime conveniente.
  5. El día universal es un día solar medio, que se inicia en el momento de la medianoche y tendrá una duración de 24 horas.
  6. La Conferencia expresa la esperanza de que tan pronto como sea posible calcular los días astronómicos y náuticos se organizarán en todas partes para comenzar a la medianoche.
  7. La Conferencia expresa la esperanza de que los estudios técnicos para regular y ampliar la aplicación del sistema decimal a la división del espacio angular y de tiempo se reanudará, a fin de permitir la ampliación de esta aplicación para todos los casos en que se presenta ventajas reales.
Las resoluciones segunda y cuarta fueron muy discutidas y la resolución séptima, nunca tuvo resultados prácticos. No obstante, los años demostraron las ventajas de la utilización del tiempo universal para el comercio y otros usos así que todos los países fueron poco a poco adoptando el sistema de tiempo universal. En este sistema se utilizaban los meridianos cuyo valor era un múltiplo de 15, que sirvieron para centrar cada uno de los 24 husos horarios en que se dividió Tierra. Cada área comprendida dentro de un huso horario, tendría la misma hora oficial. Los husos horarios se readaptaron posteriormente para tratar de seguir las fronteras de los países cuando fuera posible.
Imagen obtenida de Wikimedia

En España se utilizó el método del decreto para comenzar a utilizar el día universal y el tiempo estándar. El 26 de julio de 1900, la Reina María Cristina, Regente de Alfonso XIII dictó un Real Decreto por el que se disponía que el servicio de ferrocarriles, líneas de vapores y el de todas las dependencias del Estado se regulase en todo el territorio peninsular y en Baleares, con arreglo al tiempo solar medio del meridiano de Greenwich. [ver el documento aquí] y que la verificación de las horas en los indicados servicios se realizase de medianoche a medianoche en una serie continua de 24 números. Posteriormente, se fueron publicando otras normas que explicaban cómo debían realizarse los cambios en cada caso. Examinando alguna de esas otras normas [aquí] descubrimos algunos aspectos curiosos:

  • El meridiano de Madrid sólo está retrasado 15 minutos con respecto al meridiano de Greenwich, así que el cambio no modificaría demasiado las costumbres españolas.
  • Los relojes que se tendrían que utilizar en lugares públicos a partir del nuevo horario, deberían, o bien ser nuevos y estar divididos en 24 horas, o bien ser antiguos y estar divididos en 12 horas, como los actuales, pero en este caso deberían reformarse añadiéndoles un anillo interior de numeración roja con las horas numeradas de la 13 a la 24.
Así, que este es el origen de los relojes con doble numeración que aún aparecen en algunas estaciones de ferrocarril, éste es de la estación de Jaén

Tras la implantación del nuevo horario, todo transcurrió con normalidad hasta 1905. En esa época un constructor inglés concibió el horario de verano. A este señor le gustaba madrugar para pasear a caballo, comenzó a pensar que la mayor parte de los londinenses dormían mientras él paseaba, creía que eso era un error porque se perdían la mejor parte de un día de verano. Dos años más tarde publicó su propuesta de adelantar los relojes una hora cuando llegase la primavera, de esta manera se introdujo el concepto DST o Daylight Saving Time, llamado comúnmente "horario de verano", y que es la convención por la que se adelantan los relojes para que las tardes tengan más luz diurna y las mañanas menos.

En 1914 comenzó la I Guerra Mundial. Alemania, sus aliados, y sus zonas ocupadas fueron los primeros países europeos en emplear el horario de verano, que se aplicó por primera vez el 30 de abril de 1916. Reino Unido, la mayor parte del resto de los estados en guerra, y otros países neutrales europeos, les siguieron. Rusia y otros pocos países esperaron al año siguiente, y los Estados Unidos y España no lo emplearon hasta 1918.

La Gaceta de Madrid publica un Real Decreto de Alfonso XIII disponiendo que el día 15 de abril de 1918, y a las veintitrés horas, se adelantase la hora legal en sesenta minutos, y que el día 6 de Octubre del se restableciese la hora normal. En el Real Decreto se habla por primera vez de hora legal u oficial. El cambio horario se justifica por la necesidad de ahorrar carbón debido a la escasez de ese material por la guerra europea, por la conveniencia de armonizar nuestro horario con el francés, que había adelantado el suyo un par de años antes y se explica que el adelanto de una hora permitiría acomodar mejor las costumbres con el horario durante la primavera y el verano. El año 1919 se volvió a cambiar la hora en abril y octubre. De 1920 a 1923 no hubo cambios, en 1924 sí se cambió la hora, pero ni durante el resto de la Dictadura de Primo de Rivera ni durante la II República, de 1925 a 1936, se realizó cambio alguno en el horario.

Los días 17 y 18 de julio de 1936 se produjo en España una sublevación militar dirigida contra el gobierno de la Segunda República. La sublevación fracasó en un primer momento, pero los rebeldes no entregaron las armas y la situación desembocó en una situación de Guerra Civil con la división del territorio en dos zonas: la del Bando Nacional, que fue el nombre con el que se autodenominaron los sublevados, y la zona donde el Gobierno de la II República, aún seguía constituida. Durante esta etapa que trastornó la vida de todos los españoles, los relojes anduvieron bastante atareados porque se produjeron diferentes cambios horarios en la zona republicana y en el bando nacional:


El primero de abril de 1939 termina la guerra, la zona republicana desaparece y también la hora de adelanto con la que comenzó el año: toda España pasa a tener la hora marcada por el bando nacional.

Las diferentes órdenes sobre el cambio horario que publica la Gaceta de la República no justifican el cambio horario. Sin embargo, las órdenes publicadas en el Boletín Oficial del Estado del bando nacional, justifican el cambio horario con la necesidad de que “el horario nacional marche de acuerdo con el de otros países europeos y las ventajas de diversos órdenes que el adelanto temporal trae consigo”.

El 2 de abril se firma la orden ministerial, que ya afecta a todo el territorio español, por la que el 15/04/1939 se adelantan 1 hora los relojes y se retrasarán el 07/10/1939. En 1940 se publica la Orden de 7 de marzo sobre el adelanto de la hora legal: el artículo 1º establece las 23 horas del día 16 de marzo como el momento en el que se adelantarán los relojes 1 hora, el artículo 5º dice que “oportunamente se señalará la fecha en que haya de restablecerse la hora normal”, [ver documento]. Pero nunca se señaló fecha alguna para el restablecimiento de la “hora nomal”
FUENTE: http://gaia-tres.blogspot.com.es/2011/10/el-horario-espanol-i.html
 

martes 18 de octubre de 2011


El horario español (II)

En 1940 no se volvió a la hora normal de invierno, nos quedamos en el huso horario equivocado y en la actualidad nuestros relojes marcan una hora más en invierno y dos más en verano de las que deberían marcar.

A las 23 horas del día 16 de marzo de 1940, los relojes se adelantaron una hora en España, nunca se señaló fecha alguna para el restablecimiento de la “hora normal” [ver "El horario español (I)"]. En 1941, 1947 y 1948 no hubo cambio horario. Tampoco lo hubo entre 1950 y 1973.

Pero desde 1974, el cambio de horario se ha venido repitiendo año tras año en primavera y otoño en diferentes fechas y horas. El real Decreto 236/2002, de 1 de marzo incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva 2000/84/CE. Se establece que los relojes se adelantarán una hora el último domingo de marzo a las 2.00, y volverán a retrasarla el último domingo de octubre a las 3.00. En este decreto se establece implícitamente que la norma anterior es de aplicación indefinida, pero volvió a olvidarse de la “hora perdida” en 1940.

En la actualidad, los países de la UE se distribuyen entre tres husos horarios, cuya denominación es la siguiente:
  • Hora de Europa Occidental (HEO) o WET, del inglés, Western European Time; coincide con UTC, del inglés, Universal Time Coordinated (Tiempo Universal Coordinado).
  • Hora de Europa Central (HEC) o CET, del inglés, Central European Time, está 1 hora por delante respecto al UTC. Se abrevia como UTC
  • Hora de Europa Oriental u Hora de Europa del Este (HEE) o EET, del inglés, Eastern European Time, está 2 horas por delante respecto al UTC. Se abrevia como UTC+2.
Durante los meses de verano, todos los países de la UE adelantan sus relojes 1 hora, por lo que los husos horarios cambian su denominación añadiendo “de verano” o summer, en inglés:
  • Hora de Europa Occidental de verano, WEST o UTC+1
  • Hora de Europa Central de verano, CEST o UTC+2.
  • Hora de Europa Oriental de verano, EEST o UTC+3.
A los políticos europeos no les gusta cambiar la hora cuando pasan de un país situado en un huso horario a otro (aunque ellos dicen que somos los europeos los que no nos sentimos cómodos cambiando la hora). Por ese motivo, ha habido intentos de homogeneizar los horarios, pero las experiencias no fueron satisfactorias y se volvió a la situación normal:
  • Irlanda y el Reino Unido adoptaron de forma experimental la CET entre los años 1968 y 1971. Este experimento se mostró impopular e incluso aumentó el número de accidentes en carretera.
  • Portugal también utilizó la CET en dos periodos, entre 1966 y 1976 y entre 1992 y 1996.
No es fácil comprender el significado de los husos horarios en Europa, puesto que gran parte de su territorio mantiene un horario distinto al que les correspondería. En el artículo El horario español (I) ya explicamos cómo los 24 husos horarios se establecieron a finales del siglo XIX para organizar la medida del tiempo y establecer el tiempo universal, en inglés, Universal Time (UT). Cada huso horario tiene la hora que determina el sol cuando pasa por su meridiano central.

El huso horario de toda la España peninsular y Baleares es el de Castellón, que también pasa por Londres. En este mismo huso están incluidos Portugal, la mayor parte de Irlanda y el Reino Unido, sin embargo, nuestros relojes no coinciden. Nosotros tenemos la hora CET o UTC+1 y ellos tienen la hora WET o UTC. Nuestro caso no es único: Francia y El Benelux (Luxemburgo, Bélgica, y los Países Bajos), también están en el huso horario correspondiente al meridiano 0 y también tienen sus relojes adelantados una hora con respecto a lo que les correspondería.




La explicación de estas anomalías horarias hay que ir a buscarlas a los convulsos años de la II Guerra Mundial. En la primavera de 1940, Portugal, Reino Unido, que incluía entonces a la actual República de Irlanda, Francia, El Benelux, Alemania y España, adoptaron como venía siendo una costumbre intermitente, la hora de verano. En mayo de 1940 el ejército del III Reich alemán concluyó la invasión de El Benelux, en junio se completó la de Francia. Los alemanes imponían su horario a los países recién ocupados, así que adelantaron otra hora más y todos pasaron a tener CEST o UTC+2. España se quedó con su horario de verano WEST o UTC+1. Ni en otoño de 1940, ni en todo 1941, se tocaron los relojes, se quedaron adelantados una hora, con el horario de verano.

El Reino Unido, junto con Irlanda, tomó una medida muy práctica para ellos en ese momento, adoptó el horario de Alemania y los países ocupados y en primavera de 1941, ya tenía el horario CEST. España ya había quedado con una hora adelantada en verano de 1940, pero en primavera de 1942, adelantó de nuevo los relojes y el horario pasó a ser el mismo que el del Reino Unido, Alemania y los países ocupados: CEST o UTC+2. En otoño de 1942, se adoptó el horario de invierno: CET o UTC+1 para todos, en 1943, 1944 y 1945 se cambiaron los horarios en primavera y otoño.

Pero en 1945 se produjeron cambios muy importantes, en mayo terminó la guerra y el Reino Unido volvió en otoño a la hora WET que le correspondía. Sin embargo España, Francia y El Benelux se quedaron con el CET. La anomalía horaria ya estaba creada. En 1946 y 1949 se alterno de nuevo entre CEST y CET en primavera y otoño, pero no se retornó a la hora WET. La anomalía horaria estaba siendo consolidada.

Al parecer, la población no protestó por la consolidación de un horario extraño, tampoco se hicieron estadísticas o encuestas de ningún tipo: tenían problemas de supervivencia mucho más graves que resolver, así que esta situación anómala se fue alargando hasta hacerse habitual.

Entre 1950 y 1974 no hubo horario de verano en España. Pero nos quedamos con una hora de más, en CET o UTC+1.

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