viernes, 20 de enero de 2012

ABLACIONES CON CUCHILLO JAMONERO POR ROBERT HERNANDO




sábado 14 de enero de 2012


                   ABLACIONES CON CUCHILLO JAMONERO


Los Mossos d’Esquadra nos informaban este sábado  que durante el 2011 han intervenido en 36 ocasiones para evitar, o cuanto menos intentarlo, que una niña sufriera una ablación en Cataluña, es decir que un hijo de la gran puta le extirpe el clítoris (a menudo con una cuchilla vieja y oxidada  de afeitar) para que quede  mutilada  toda la vida con el único y asqueroso fin de controlar su  sexualidad.  Y  de paso informan también que han evitado un total de 21 matrimonios forzados, 13 de las “novias”  eran menores.

Las cifras son escalofriantes y lo peor es que  da auténtico miedo y pavor pensar a cuantas niñas no habrán podido salvar de la mutilación y cuantas se habrán tenido que casar a la fuerza con el moro de turno porque su familia se lo ordena. Estas dos prácticas, que son el pan de cada día, la primera en el África subsahariana y la segunda en el Magreb, son dos importaciones más que agradecer a la inmigración masiva y a los responsables de la misma que no son otros que los políticos apoltronados desde hace años en nuestras instituciones.

Nuestras leyes son tremendamente blandas,  ambiguas y generosas con este tipo de delitos, como lo son  con la mayoría de fechorías y los delincuentes que las protagonizan. Cabe recordar una vez más que en España un preso cuesta  unos 70€ al día, mientras el coste de un pensionista no llega a los 30€ diarios de media. Cifras esclarecedoras que nos arrojan como una losa la certeza absoluta de que algo no  funciona.

La legislación española  se ha de endurecer de inmediato y sin complejos. No es de recibo que se vayan de rositas los cómplices de la muerte  y posterior  desaparición de Marta del Castillo; no es justicia que el asesino confeso vaya a pasar como mucho diez años en la cárcel. De la cárcel se sale del cementerio no, aunque la pobre Marta ni tan siquiera puede descansar en un lugar donde la gente que la quería pueda llevarle flores.   No puede ser de  ninguna manera que la  familia de la victima  no vea saciada su sed de venganza, porque la venganza es humana y necesaria,  más cuando se pierde a un hijo o a una hija a manos de unos cabrones sin escrúpulos.

Hay que endurecer cuanto antes  la ley del menor,  castigar la reincidencia,  repatriar a todos y cada uno de los delincuentes extranjeros  al más mínimo delito, aunque sea colarse en el metro. Acabar con la fiesta que supone ir a la cárcel de vacaciones y hacer que estar preso sea una verdadera condena.

Debemos plantear seriamente la castración química para los violadores, la mayoría enfermos mentales que no se curan jamás, endurecer las medidas contra los maltratadores.  Plantear un referéndum en el que el pueblo español decida o no si se ha de aplicar la cadena perpetua  en ciertos delitos.  Y por supuesto capar con un cuchillo jamonero y tirarles la minga a los cerdos a todos los mutiladores  que intenten practicar la ablación a una niña inocente. 

Robert Hernando
Secretario General de PxC 

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