viernes, 19 de agosto de 2011

EL FALSO LAICISMO ESPAÑOL: LA VISITA DE LOS PEREGRINOS UNIVERSALISTAS JOVENES A ESPAÑA REVIVE EL ANTICLERICALISMO DE LA RANCIA IZQUIERDA TREINTAYOCHISTA CON EL BENEPLACITO DE UN GOBIERNO DESMEMORIADO


Unos a Dios Rogando...





...Y los más con el mazo dando. Hay muchas formas de violencia, aunque sea pacífica.


 

¿Por qué la España laica confunde el laicismo contra el anticatolicismo?. ¿Por qué esta misma gente laica no protesta cuando le meten una mezquita en medio de la ciudad?. ¿Por qué esta España laica le molesta recibir a gente de todo el mundo que siguen al papa, vienen un lunes y se marchan un domingo y no les molesta que entren inmigrantes a mansalva, en muchas ocasiones con su religión que hoy es más violenta que el cristianismo, y se queden aquí a vivir trayendo sus costumbres religiosas que no estaban en la España laica que defienden?. ¿Por qué esta España laica surgida del 15M que defiende "que ninguna persona es ilegal" está en contra de un catolicismo que está demostrando ser también pacifico y mundialista como ellos y no se muestran en contra de un islamismo expansionista y violento?. ¿Será porque forman parte de la España más izquierdosa que mató religiosos allá por los años 30 y en la guerra civil y no mató más después porque perdieron la guerra?. ¿Será que el gobierno de Zapatero con su anticlericalismos disfrazado de laicismo está resucitando viejos fantasmas que estaban ya superados para la mayoría de españoles desde hace décadas gracias a su "Desmemoria Histérica"?.

¿Por qué la policía abofetea "mas que pega una paliza" a una muchacha adolescente (que presuponemos que ya sería mayor para abortar según el gobierno Zapatero así como es mayor para encararse y chillar a la autoridad policial) que le insulta así como a una persona que hace fotos y graba en vídeo y no lleva ninguna placa acreditando ser periodista?. ¿Será porque están "hasta las pelotas" de que se les expulse de Lavapies por estos "pacíficos indignados" cada vez que intentan hacer su trabajo y detener a un delincuente?.
¿Por qué se autoriza una protesta antipapa en la semana en la que, se sabe, que la ciudad está llena de peregrinos de diversas nacionalidades, haciendo honor al universalismo católico, en son de paz para enfrentarlos?. ¿Será porque el gobierno de Zapatero pretendía ganar el apoyo de unos al autorizarlo y el de otros al llevar a la policía al matadero sabiendo que la plaza de Sol sería un polvorín?.

No vamos a entrar a valorar la visita del Papa, ni la visita de millones de personas de todo el mundo mundial que son católicos apostólicos y romanos siendo lo único que les une, pero si vamos a criticar la postura; una vez más anticatólica mientras se beneficia y tolera otras religiones más peligrosas en un estado que quiere ser laico; así como la actitud, cada vez más radical, del movimiento 15M que definitivamente ha perdido el norte y no tienen nada que ver con la mayoría de los ciudadanos autóctonos españoles, ni en sus postulados antieclesiasticos al más puro estilo de la izquierda de los años 30 del siglo pasado ni a su postura respecto a una inmigración que, curiosamente, se acerca muchísimo más a los postulados católicos que pretenden combatir que a un Islam que no parece molestarles o que a una población autóctona realmente laica; que está vendida ante la inmigración invasora, tanto por la postura universalista del catolicismo reunido como por los "laicos indignados" como por el gobierno "tolerante" y "chupiguay"; y que empieza a estar hasta las pelotas de tanta estupidez supina... ver para creer.

 

 

 

 



 

 

La Policía culpa al Gobierno depravado de Zapatero de los incidentes: La chusma anticatólica agrede e increpa a peregrinos y policías

Laicos
La marcha laica acabó en una tensa situación en la Puerta de Sol.
La Plaza de Sol volvió a ser desalojada a última hora de la noche de ayer. Los agentes de la policia decidieron proceder a desalojar la concentración antilaica tras varios episodios de tensión que tuvieron como protagonistas en un primer momento a peregrinos y manifestantes de la marcha laica. Los enfrentamientos de los policías con algunos de los manifestantes se saldó con seis detenidos.
A última hora de la tarde, cuando los asistentes a la manifestación llegaron al ‘kilometro cero’, punto que estaba incluido en el trayecto autorizado por la Delegación del Gobierno, se encontraron con varios jóvenes integrantes de la JMJ. Aunque todo se desarrolló sin incidentes violentos desde que la marcha partió a las 19.30 de Tirso de Molina, la tensión se respiraba en el ambiente.
El hecho de que se encontrasen los dos grupos hizo que se produjeses enfrentamientos verbales entre unos y otros. Al grito de “menos crucifijos y más educación” por parte de los detractores, los defensores de Benedicto XVI contestaban de forma rotunda: “¡Esta es la juventud del papa!”. El amplio despliegue policial consiguió por unos momentos calmar los ánimos, pero sin embargo, minutos más tarde los agentes intervenían mientras que los peregrinos se veían obligados a marcharse de la céntrica plaza, mientras eran increpados por algunos manifestantes.
Consignas ‘antipapa’
Aunque desde las organizaciones convocantes se ha insistido durante los días previos que esta no era una manifestación antipapa, sino contra el modo de su visita y para rechazar el dinero que el Estado destina anualmente a la Iglesia católica. La realidad fue bien distinta. Los gritos contra la figura del Santo Padre fueron numerosos y en algunos casos bastantes duros, por lo que el objetivo de los convocantes parece que no obtuvo respuesta por parte de los asistentes.
Una hora después de comenzar la concentración en Sol la policía ha comenzado a cargar desde la calle Arenal utilizando porras de goma, lo que ha provocado que muchas de las personas que permanecían en la plaza la abandonaran corriendo. ‘De mis impuestos, al papa cero’. Con este lema arrancaba la marcha convocada por un centenar de organizaciones laicas contra la financiación pública y el apoyo institucional a la visita de Benedicto XVI. La convocatoria ha recorrido el centro de la capital bajo un sofocante calor que no ha impedido a los manifestantes mostrar su desacuerdo con los actos que engloban la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
LA POLICÍA CRITICA AL GOBIERNO POR DEJAR QUE LA MARCHA LAICA PASARA POR SOL
Los sindicatos policiales han defendido hoy la actuación de los agentes antidisturbios durante los enfrentamientos registrados en la Puerta del Sol entre la policía y los asistentes a la marcha laica, aunque han criticado al Gobierno por permitir que la manifestación discurriera por el kilómetro cero.
En opinión de los portavoces del SUP y CEP, los altercados, que concluyeron con ocho detenidos y siete agentes heridos eran “más que previsibles” dada la coincidencia en la Puerta del Sol de asistentes a la manifestación laica con los peregrinos llegados a la capital para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud.
Los enfrentamientos, según los sindicatos policiales, se produjeron una hora después de que la marcha concluyera y después de que en Sol coincidieran con los peregrinos un grupo numeroso de manifestantes que no regresaron a la plaza de Tirso de Molina, donde debía concluir la manifestación a las 21:30 horas.
Los altercados, según los sindicatos, eran «más que previsibles»
A esa hora, los agentes policiales recibieron órdenes de desalojar la Puerta del Sol por el caos creado y cerrar los accesos al metro ya que los peregrinos que salían a la plaza eran insultados por más de un millar de manifestantes que también intentaron agredir y robar a algunos jóvenes, precisan los sindicatos. “Los incidentes se podían haber evitado con un recorrido de la marcha laica que evitara las zonas más concurridas de la capital por los asistentes a la visita del papa”, ha asegurado un portavoz del CEP que denuncia que la delegación del Gobierno no entiende el principio de “tolerancia cero cuando se vulnera la legalidad”.
Además, critica las órdenes de la delegación a las siete unidades de intervención policial (UIP) desplegadas para que se “alejaran” de la cabecera de la marcha, lo que demuestra “un signo de debilidad” y “una caótica” gestión del orden público. En este sentido, la Unión Federal de la Policía (UFP) ha calificado hoy en un comunicado de “caos total” lo sucedido anoche en Madrid, que ofreció una imagen de “espectáculo grotesco y penoso de chavalines que no sabían por qué les escupían, zarandeaban y les insultaban con agresividad”.
La UFP ha solicitado además al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el cese de la delegada en Madrid, Dolores Carrión, como máxima responsable de coordinar a los cuerpos de seguridad de la Comunidad de Madrid.

FUENTE: http://www.alertadigital.com/2011/08/18/la-manifestacion-laica-en-madrid-se-salda-con-seis-detenidos-y-dos-policias-heridos/




Ocho detenidos y 11 heridos en los incidentes tras la marcha laica en Madrid

Grupos de peregrinos esperaron a que la protesta pasara por la Puerta del Sol para criticarla, lo que provocó tensión y roces


“Basta de mariconadas, sacad las porras y lo que haga falta”. Al filo de las once de la noche y con todas las calles aledañas a la Puerta del Sol cerradas al paso por filas de agentes antidisturbios, un mando de las fuerzas de seguridad dio de esta manera la orden para intentar culminar el desalojo de Sol.
La manifestación laica convocada para las 19.30 acabó anoche con la plaza central de Madrid tomada por la policía y con centenares de manifestantes gritando desde los aledaños para volver a entrar. Hubo ocho detenidos y 11 heridos, tres de ellos policías, según informó un portavoz del Samur.
”¡Me llamo Flavia Torroto y no he hecho nada!”, gritaba una de las detenidas aferrada a una pancarta enrollada mientras varios agentes la retiraban a rastras. Uno de los heridos, que dijo llamarse Christian Salinas, aseguró que es un fotógrafo free lance de un periódico peruano. “¡Soy prensa, soy prensa!”, gritaba mientras le golpeaban. Dos personas fueron trasladadas a un hospital: un agente, por un corte en el brazo y una mujer, para que le hicieran una radiografía.
La policía cargó en varias ocasiones contra los manifestantes, que arrojaban botellas y les gritaban: “¡Asesinos!” mientras intentaban saltarse el cordón de seguridad de los antidisturbios. Por el centro desierto de Sol, dos grupos de peregrinos cruzaron de un extremo al otro en mitad de la refriega para ir a dormir. A pocos metros, la tensión continuaba en la calle de Carretas que circunda la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.


La convocatoria de la marcha laica, bajo el lema De mis impuestos al Papa cero. Por un Estado laico, desembocó en caos cuando los manifestantes alcanzaron el kilómetro 0 de Madrid y comenzaron a cruzarse con los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la convocatoria del Vaticano que espera reunir a más de un millón de personas en la capital y que hoy recibirá al Papa Benedicto XVI, de visita en Madrid hasta el próximo domingo.
Laicos, cristianos de base, republicanos, gais, ateos e indignados iniciaron el recorrido ayer para criticar el “boato y el gasto público” de la JMJ con cánticos, pancartas, marionetas que representaban a Ratzinger, un falso Papamóvil y música de una banda y de batucada. Unas 5.000 personas, según fuentes policiales, secundaron la protesta que cruzó la Puerta del Sol, símbolo del movimiento 15-M. Peregrinos y manifestantes coincidieron en el centro de la plaza a mitad de recorrido. Un cordón policial los separó mientras se enzarzaban en una guerra de cánticos. “¡Benedicto!”, gritaban los peregrinos. “¡… Es un nazi!”, respondían los manifestantes al otro lado de la fila de agentes. Dos chicas rezaban el rosario en mitad del tumulto mientras el resto entonaba el Aleluya con guitarras. “¡Yo soy pecador, pecador, pecador!”, les respondían los convocantes de la marcha, que también gritaban: “Esa mochila la he pagado yo”. Según datos de la JMJ, la jornada ha costado 50 millones de euros sufragados con fondos propios. Entre los gastos no incluyen la cesión de edificios públicos o el descuento del 80% en los abonos del transporte público de los peregrinos.
Los agentes detuvieron a ocho participantes en la protesta
La policía desplegó hasta media docena de cordones de seguridad para separar a los dos grupos en varias calles antes de vaciar totalmente la plaza.
Antes de los disturbios, la Puerta del Sol se llenó de pancartas en una imagen que recordó a los días más intensos de la protesta del 15-M. El movimiento juvenil no había respaldado explícitamente la convocatoria laica, pero miembros de distintas asambleas participaron “a título individual” y la retransmitieron en directo por un canal web y por las redes sociales.
Los convocantes marcharon con centenares de pancartas críticas. Muchas hacían referencia a la hambruna que vive Somalia: El mundo muriéndose de hambre y vuestro Papa con traje de luces o Con el Papamóvil se llega al cuerno de África. La marcha, convocada por un centenar de asociaciones -entre partidos de izquierdas, grupos ateos y laicos y cristianos de base- ha sido reprobada desde administraciones gobernadas por el PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reclamó que se prohibiera la manifestación “antipapa”. La Delegación del Gobierno amagó con vetar el itinerario por el centro amparándose en un informe del Ayuntamiento de Madrid que desaconsejaba su celebración por la “alta posibilidad” de “conductas organizadas de ofensa y vejación de los sentimientos religiosos” de los peregrinos. La cúpula eclesiástica calificó a los manifestantes de “parásitos”, en palabras del portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.
La marcha debía haber terminado donde empezó, en la plaza de Tirso de Molina, pero acabó con los grupos desperdigados en Sol
”La convocatoria nos ha desbordado”, valoraba antes de los disturbios Evaristo Villar, cura y portavoz de Redes Cristianas, una de las convocantes. Villar pidió a los organizadores de la JMJ que “den más protagonismo a los jóvenes y los convoquen en asambleas, en lugar de para catequesis y confesiones”. Y criticó que el discurso de la misa inaugural de la jornada que hizo el cardenal Antonio María Rouco Varela no incluyera “palabras más realistas de apoyo a los jóvenes españoles, con más de un 45% de paro”.
La marcha debía haber terminado donde empezó, en la plaza de Tirso de Molina, pero acabó con los grupos desperdigados en Sol, que comenzaron a disolverse pasadas las once y media de la noche, cuando los camiones del servicio municipal de limpieza entraron a despejar la plaza de basura mientras los últimos rezagados se atrincheraban en una de las entradas a la Puerta del Sol.
Con información de Gloria Rodríguez Pina y Luis Ansorena.



Cacería contra el peregrino en Sol



[foto de la noticia]

FERNANDO LÁZARO | Testigo directo
Cuando tengo que ocuparme de informar sobre manifestaciones acudo con mucha antelación para empaparme del ambiente. El miércoles no fue una excepción. Cogí el Metro. Y vi un Metro tomado por jóvenes, muy jóvenes. Y vi un ambiente festivo, desde Cibeles hasta Sol. Madrid era peregrino y multicolor. Pasé por el kilómetro 0 y vi una plaza repleta de peregrinos-turistas. Y me acerqué hasta Tirso de Molina, lugar de donde arrancaba la manifestación laica, anti Papa y, por lo que se vio, anti peregrinos.
Inicialmente el despliegue policial era discreto, quizá demasiado. Apenas una veintena de agentes de las Unidades de Intervención Policial acompañaba a la cabecera de la manifestación. Y, como era de esperar, el punto caliente fue Sol, con la llegada de los manifestantes al cruce con la calle Carretas. La Policía había abierto un pasillo de anchura suficiente para que la manifestación atravesara la zona. Fue allí donde los más radicales de la manifestación y los peregrinos cruzaron gritos: «Pederastas», «nazis» e «hijos de puta» era contestado por los pocos jóvenes que había en la zona con gritos a favor del Papa. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.
La Policía puso un leve cordón de separación en esa esquina, pero poco más. Y los manifestantes iban ganando metros. Su intención era clara. Los más radicales querían tomar la plaza. «Esta es nuestra plaza» y gritos de «fuera, fuera; menos rezar y más follar». El tono fue adquiriendo un aire amenazador tremendo. Las caras de los radicales estaban completamente desencajadas, fuera de sí. Había a quien la vena del cuello ya no se le podía agrandar más. Llevo más de 20 años haciendo información sobre seguridad y terrorismo, pero hacía muchos años que no veía tanta inyección de sangre en ojos de manifestantes. No eran todos, ni mucho menos, pero algunos daban miedo. Muchos estaban fuera de sí. «Os vamos a quemar como en el 36», gritaban a los jóvenes de la JMJ. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.
En el esquinazo de la polémica no habría más de un centenar de peregrinos. No era para nada una contramanifestación. No ocupaban la zona por la que tenía que atravesar la marcha laica. Esos peregrinos eran extranjeros. Allí había italianos, belgas, australianos, franceses, italianos, egipcios... Y algún español, sobre todo voluntarios. La media de edad, menos de 18 años. Que nadie me lo cuenta, que estaba allí y lo vi en primera persona.
El Ministerio del Interior ya estaba avisado de que era una zona de riesgo, que no era recomendable autorizar esa marcha y menos por ese recorrido. Los informes apuntaban a que podía haber una importante infiltración de radicales en la manifestación de laicos.
Porque, eso sí, el grupo de radicales, violentos, que se comportaron como energúmenos, no superaría el millar en una marcha que congregó a varios miles de asistentes. La visceralidad de los ataques de esos radicales fue intensa. Poco a poco fueron tomando la Puerta del Sol. Bordearon el cordón policial por derecha y por izquierda. La siguiente maniobra, ante la inicial pasividad de los agentes, fue rodear a los pequeños grupos de peregrinos y, mediante empujones, gritos, insultos y patadas, sacarlos de la plaza. También tuve que sufrir esos empujones y patadas. Peregrinos, periodistas... qué más les daba, la plaza tenía que ser suya. Sobrábamos los demás. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.
Primero actuaron contra un grupo de apenas media docena de australianos. Después les tocó a los franceses. Los italianos no se quedaron al margen. A los egipcios también les tocó.
Algunos peregrinos, veteranos, hacían frente a los insultos de los autodefinidos como indignados, que buscaban el cuerpo a cuerpo. Y así, al grito de «ésta es nuestra plaza», los radicales que participaron en la manifestación ocuparon de nuevo la Puerta del Sol. Durante estas maniobras de desalojo de peregrinos la pasividad policial fue total. No pude evitarlo. Ya al cuarto incidente de acoso, hostigamiento y empujones contra peregrinos me acerqué a los policías, que permanecían en los alrededores del edificio de la Comunidad de Madrid, para advertir de que la situación estaba tomando un sesgo extremadamente peligroso. Silencio. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.
Una vez expulsados de la plaza, los radicales dirigieron sus esfuerzos a controlar el Metro. Por allí salían decenas de jóvenes peregrinos que se dirigían a cenar. No menos de 500 personas se concentraron en la puerta del suburbano. Allí se montó la mundial. Este grupo, de nuevo incontrolado, comenzó a arremeter contra todos los peregrinos. Insultos, coacciones (ya sabéis, eso de gritarte a la cara a menos de 15 centímetros), escupitajos... La escena era dantesca. Auténticos cafres lanzando gritos y amenazas a los jóvenes (por cierto, la mayoría mujeres) que salían del Metro.
Vi mucho pánico en los ojos de los peregrinos y vi a muchas, digo bien, a muchas que al ver el espectáculo rompieron a llorar de puro miedo. Aún tardó la Policía en llegar a la zona. Abrió un pasillo para que los peregrinos salieran de Sol. Los radicales eran los dueños del kilómetro 0. Se envalentonaron más y arremetieron contra la Policía. Y un radical con numerosos antecedentes dio el pistoletazo de salida a los incidentes.
Una botella contra los agentes y la Policía cargó. Antes, las mochilas naranjas, los crucifijos y hasta los alzacuellos eran una «provocación» para esos radicales. «Es que nos están provocando», «es que están rezando», se justificaba uno de los empujadores profesionales. Y se me ocurrió preguntar por qué les provocaban. «Porque están aquí, porque existen, porque les vamos a prender fuego otra vez, como en el 36». Madrid era hasta ahora una ciudad donde cabían todos los pensamientos. En Sol, eso se acabó.


FUENTE: http://elmundo.orbyt.es/2011/08/18/tu_mundo/1313695702.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario