viernes, 3 de junio de 2011

TELEFÓNICA Y LOTERIAS DEL ESTADO: DE JOYAS DE LA CORONA A ACCIONES QUE ENRIQUECEN A SUS TIBURONES ACCIONISTAS. LA VENTA DE ESPAÑA CONTINUA.

Loterias del Estado: de Ilusión a Inversión 

 



¿Que tienen en común Telefónica y Loterías del Estado?. Hoy en día lo único que tiene en común es que una vez fueron públicas. Mañana tendrán en común que las dos serán privadas. Las noticias que siguen son una muestra de qué las empresas más poderosas en España y que más dividendos dan a sus buitres accionistas son las que fueron públicas, o sea, como decía el gran Antonio Ozores en aquel clásico de la televisión... ¡¡¡de todos los españoles!!!. Ahora una, telefónica, ha demostrado la finalidad que tiene. Ha pasado de ser un servicio público a una empresa para engordar a los Tiburones inversores. Al mismo tiempo que despiden a unos miles de trabajadores; todavía por concretar y con el beneplácito de unos traidores sindicatos que se endosan ganancias en cada ERE aprobado junto con un gobierno vendido que no sabe decir no a un expediente de regulación de empleo a una empresa que tiene beneficios dando solamente un tironcito de orejas al negarse a colaborar en la sangría. ¡¡¡¡faltaría más que encima el Estado, o sea todos, tuvieramos que pagar el despido de una empresa con beneficios y que encima fue pública, ja,ja,ja, encima parece que el gobierno actúa bien cuando hace lo correcto!!!!; anuncia que subirá los dividendos a los accionistas. Todo ello aderezado con precios de los más caros de Europa junto con unos salarios "de mierda" para sus trabajadores situados en Chile, Perú, Argentina, Uruguay y hasta Marruecos de un servicio de atención al cliente que empezó siendo externalizado para, finalmente, deslocalizarlo a otros países "mas rentables". Sumado a que, cuando se privatizó, adquirió en propiedad toda la red de comunicaciones... que era pública. ¡¡¡Gracias Sr. Aznar por regalar lo que fue Telefónica y ahora es Timofónica!!!.

Pero esto no se acaba aquí. El último grito en desmantelamiento del Estado tiene como protagonista a Zapatero y su gobierno, para dejar las infamias realizadas por Aznar a la altura del Betún. No solo cometen el error de la década que empieza (el de hace dos décadas ya la hizo Aznar vendiendo telefónica en los últimos estertores del siglo pasado) al regalar perdón, vender, el 30% de Loterías del Estado a los buitres que merodean "nuestra ilusión de todos los días" que es público al 100%, o sea ¡¡¡de todos los españoles!!!, sino que "lo venden" con la vitola de dar una retribución a sus accionistas de entre el 80 y el 85% de sus beneficios. Es como decir que cada vez que: usted va a sacar la Primitiva de cada semana (que inauguró el juego en España de la mano de Carlos III allá por el 10 de Diciembre de 1763) o la Bonoloto, o usted haga la Quiniela de Fútbol (que ya hacían nuestros abuelos con la misma ilusión en tiempos del recientemente polémico Franco) o la más reciente del Euromillón (unificando la ilusión de los europeos) o usted y nosotros, como todos los españoles cada año, compremos un décimo del sorteo de Navidad o el Niño de la Lotería Nacional (una lotería nacional, por otra parte cuyo primer sorteo, el 4 de Marzo de 1812 en Cádiz, es contemporáneo a "la Pepa" y a la guerra del Francés y que fue concebida precisamente como "un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes"); el 85% de lo recaudado irá  a para a los buitres carroñeros que poseen algo tan volátil y poco tradicional como unas acciones de la Lotería.

Eso es lo que el Sr. Zapatero ha hecho con nuestras Loterías y apuestas del Estado; dejar que sean "un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes" para pasar a ser "un medio de aumentar los ingresos de los tiburones dueños de un accionariado para mayor quebranto de los contribuyentes- compradores de una ilusión que, hasta ahora, generaba beneficios para todos". O sea, que a perro flaco, todo son pulgas para los buenos vasallos si tuviesen buenos señores y no unos políticos que en las últimas décadas han dejado de ser gestores de nuestros bienes públicos para ser desmanteladores de un Estado que es utilizado para mayor gloria de nuestro dueño y emperador sistema neoliberal.

 

Y encima tenemos que escuchar y leer como el gobierno quiere "vender la gallina de los huevos de oro" con frases tan sublimes como que: "la lotería es una empresa sin deuda" (ya lo sabemos que solo genera beneficios... subnormales); "la antigua empresa pública seguirá siendo una institución querida por la sociedad" (esperemos que se la sociedad lo recuerde cuando llegue el tradicional, hasta hace un año, sorteo de Navidad o el Niño y compren... una mierda de décimos para que no se forren los "nuevos dueños accionistas de nuestra lotería" o cuando empiece la liga de nuevo y los futboleros dejen de hacer la tradicional Quiniela para apostar en el bar de la esquina, o dejen de hacer, desde el mismo momento de salir a bolsa, la Primitiva, el Euromillón o los sorteos varios que forraran a esos chupopteros accionistas. Solo así podremos tener la fuerza para que el Estado, o sea ¡¡Todos los Españoles!! controlemos el otro 70% aunque dejen menos beneficios, porque si no Rajoy venderá el resto cuando entre... sino tiempo al tiempo) o "el estado seguirá controlando el 70% de su capital y así garantizará los compromisos éticos de la compañía para luchar con la ludopatía" (lo dicho, esperemos que a partir de que salga a bolsa solo jueguen, precisamente, esos ludópatas para luchar contra ellos y que se fastidie el accionista).

Parece una broma macabra, pero lo realizado por Zapatero con la Lotería en España supera, con creces, la infamia de la venta de Telefónica, por ser una empresa querida en España, con una tradición de generaciones y por dar unos dividendos de 3 Mil millones al año... y todo ello sin acumular deudas o sea lo que se dice: "limpios de polvo y paja". Esto solo lo superaría ya el vender a los niños del "San Ildefonso" con el paquete accionarial de la Lotería para que encima los números de la suerte recaiga, también, en los mismos buitres accionistas dueños "del cotarro" a partir de ahora a mayor gracia de nuestro ilustre Zapatero.

 

 

Loterías figurará entre las cinco españolas que más beneficio destinará al dividendo

 

Loterías se presenta con un dividendo diferente a lo conocido hasta ahora en la bolsa española como gancho para atraer inversores a su colocación. Pero no sólo juega con ser pionero mediante sus pagos mensuales (12 al año). La confirmación de su compromiso de destinar entre un 80 y un 85 por ciento de su beneficio a la retribución la situará entre las compañías cotizadas españolas que mayor porcentaje reserva para mimar al accionista, sólo por detrás del pay out -el porcentaje de beneficio que se destina a dividendo- de Zardoya Otis, BME, Mediaset (Telecinco) y Telefónica.
Si un 80-85 por ciento del beneficio que obtenga lo destina a la remuneración y suponiendo que Loterías mantenga su actual beneficio, la compañía se compromete a repartir entre los accionistas unos 2.400-2.550 millones de euros al año, ya que su beneficio neto ha rondado los 3.000 millones en los tres últimos ejercicios. Esta cantidad supone, además, que los inversores obtendrán un alto rendimiento con la retribución anual.
Si se toma como referencia la valoración a la que pretende salir a bolsa Loterías, unos 21.000 millones de euros, la rentabilidad por dividendo estaría en torno al 11-12 por ciento. De alcanzar esta cifra su atractivo sería indudable. En estos momentos, la empresa que ofrece la mayor rentabilidad con sus pagos con cargo a 2011 es Telefónica, con un 9,5 por ciento.
Pero si hay algo que ha roto moldes en el mercado español es la periodicidad con la que se abonarán los pagos. Loterías romperá el calendario tradicional de dividendos en la bolsa española, en el que las compañías suelen abonar pagos trimestrales y semestrales. Cuando se acerca la fecha de cobro de un dividendo, los movimientos en el título en cuestión se suelen ver alterados. En algunos casos, los inversores están pendientes del calendario de entregas para comprar el valor y beneficiarse de ellas. Loterías, con sus pagos mensuales, rompe el esquema a los cazadividendos. Suponiendo que el próximo noviembre -última fecha de su estreno confirmada- debute con la valoración de la que habla el Gobierno, cada uno de los pagos ofrecería al inversor en torno a un 1 por ciento de rentabilidad.

Altamente comprometidas

En la bolsa española hay casi una treintena de compañías que destinará a pagar dividendos más de la mitad de lo que ganen este año. Actualmente, los accionistas más mimados son los de Zardoya y BME -a los que tradicionalmente se ha dedicado casi todo el beneficio obtenido- y los de Mediaset y Telefónica.
Además de ellas, otras dos compañías, Ferrovial y Acciona, tienen el pay out muy elevado. El importe total que dedican ambas a la retribución es superior a las ganancias que registran, con lo que recurren a sus reservas para mantener intactas sus políticas de remuneración. Especialmente en el caso de Ferrovial, ya que incluso cuando la compañía de infraestructuras sufrió pérdidas anuales, siguió pagando a sus accionistas.
En 2009, por ejemplo, los accionistas recibieron 0,4 euros por acción pese a que Ferrovial acumuló pérdidas de más de 90 millones de euros.
En el caso de Loterías, su pay out la coloca casi a la altura del porcentaje que destina Telefónica a pagar dividendos. Después de que la teleco se comprometiera a pagar 1,6 euros por acción con el beneficio de este año, deberá repartir entre sus accionistas aproximadamente un 88 por ciento de lo que se prevé que gane en 2011, que según las estimaciones del consenso de mercado que recoge FactSet rondará los 8.118 millones de euros. Por su parte, Mediaset, BME y Zardoya distribuirán más del 90 por ciento de lo que ganen este año.
La última siempre ha dedicado casi todo su beneficio al pago de dividendo, pues al tener reducidas posibilidades de crecimiento al margen del mercado ibérico por su vinculación con Otis, puede dedicar todo su esfuerzo a mimar a sus accionistas.

Si no saliera a bolsa

La política de retribución anunciada por Loterías ha causado revuelo en el mercado. Pero la colocación en bolsa, de por sí, ya ha despertado muchos comentarios. Aunque Aurelio Martínez, presidente de la sociedad, aseguró esta semana que la privatización de Loterías no se realiza con el objetivo de reducir déficit, la opinión de muchos es que la compañía se malvenderá en el mercado.
Con la venta del 30 por ciento de la sociedad, el Estado se embolsará alrededor de 6.300 millones de euros -siempre suponiendo que la valoración final de la salida ronde los 21.000 millones-. Pero podría ingresar esta misma cantidad con las ganancias que previsiblemente logrará Loterías en los próximos 6-7 años, ya que tras la OPV el Estado dejará de ingresar unos 900 millones anuales del beneficio de Loterías.

FUENTE: http://www.eleconomista.es/economia/noticias/3125564/06/11/Loterias-figurara-entre-las-cinco-espanolas-que-mas-beneficio-destinara-al-dividendo.html




Loterías aportará entre el 80 y el 85% de su beneficio para retribuir a sus accionistas


Este jueves se ha producido en desayuno informativo en el Forum Europa sobre la Oferta Pública de Venta (OPV) del 30% de Loterias y Apuestas del Estado (LAE). Esta operación que puede suponer la mayor salida en Bolsa de la historia, en España, ha sido revestida por Aurelio Martínez de una serie de reclamos con el fin de alentar el interés de compra hacia esa compañía cuando inicie su debut en el parqué en octubre de este año.
Entre esos alicientes destaca que esta compañía pretende repartir un total de doce dividendos a lo largo del año, uno por cada mes. Pero eso no es todo, el actual presidente de la Sociedad estatal de loterías (Selae) ha dado otras razones para tratar de convencer de las ventajas de que los inversores depositen su dinero en los títulos de la futura cotizada.
Entre ellos se encuentra en que los beneficios que se espera que arroje la empresa sean estables a lo largo de los distintos ejercicios a la vez que se espera que el porcentaje de este que dedicara a pagar a sus accionistas (pay out) sea elevado, concretamente entre un 80 u 85%, redundando en que los dividendo ademas de frecuentes podrán ser elevados favoreciendo la rápida recuperación de la inversión en acciones de esa empresa.
Por otro lado ha indicado que la antigua empresa pública seguirá siendo una institución querida por la sociedad. A la par de que el hecho de que el estado siga controlando el 70% de su capital garantizará los compromisos éticos que tiene esta compañía sobre todo en lucha contra la ludopatía y al uso de los premios concedidos para el blanqueo de capitales.
Además en palabras de Aurelio Martínez iniciaría su debut en bolsa por la puerta grande. Sería la séptima u octava empresa con mayor capitalización bursátil, siendo sus ingresos comparables a los de Santander o Telefónica. A la vez que comenzaría esta nueva etapa sin tener que hacer frente a ninguna carga financiera al no tener endeudamiento.
Finalmente el presidente de esta compañía ha hecho hincapié en el hecho de que se tratará de una inversión a un riesgo muy bajo y que la volatilidad de sus títulos será inferior a la que manifiesta el Ibex 35. Además de poder llegar a ser un valor cuya evolución de su rentabilidad siga una dinámica anticíclica respecto a la del mercado.

FUENTE: http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/3119932/06/11/Loterias-aportara-entre-el-80-y-el-85-de-su-beneficio-para-retribuir-a-sus-accionistas.html

 

 

Telefónica cambió las condiciones de su ERE por la duración del convenio


Más de uno se preguntará las razones que animan a Telefónica para cambiar tan rápidamente de opinión en materia de ajustes laborales... y la respuesta se reduce a cinco palabras: la duración del convenio colectivo. Ahí está el meollo del asunto.
Hagamos un repaso. La compañía de telecomunicaciones desveló a finales de abril su intención de reducir la plantilla en España en casi 6.000 empleos durante los tres próximos años. Un mes después, a finales de mayo, el operador amplió el ajuste hasta los 8.500 puestos en cinco años.
Ese último dato volvió a cambiarse el pasado martes, fijándose un recorte de 6.500 empleos de nuevo en tres años. Visto lo visto, nadie debería extrañarse si se produce un nuevo baile de cifras y plazos, ya que la memoria del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se seguirá negociando hasta finales de junio.

A vueltas con el convenio

El motivo de tanto vaivén está íntimamente relacionado con la aprobación simultánea del ERE y del convenio colectivo. Los sindicatos consideran que ambos conceptos deben ir unidos, aunque eso obligue a realizar en 30 días un esfuerzo negociador que, en condiciones habituales, suele prolongarse durante varios trimestres. De esa forma, el gran escollo de todas las últimas reuniones giró en torno a la vigencia del convenio. ¿Tres o cinco años?
Los sindicatos pretenden que la estabilidad laboral sea la máxima posible, es decir, cinco años, mientras que la compañía no acepta semejantes ataduras. Razones no les faltan a unos y otros. Con sorprendente conformidad, los representantes de los trabajadores aceptaron que el número de regulados aumentara en 2.000 personas ya que, al mismo tiempo, se aseguraban la 'paz laboral' durante un lustro.
Es decir, aceptaron sacrificar nuevas desvinculaciones laborales a cambio del beneficio del resto de los empleados. Entre las ventajas para los trabajadores sobresale la estabilidad de la plantilla, incluso después del término del ERE, así como la ausencia de recolocaciones y procesos de movilidad geográfica o de funciones a criterio de la empresa.
El grupo Telefónica, por su parte, está obligado a reajustar sus cálculos con cada modificación de cualquiera de las variables de sus tablas 'excel'. Eso tuvo que hacer cuando el operador se comprometió voluntariamente a asumir todos los costes públicos de las desvinculaciones, para que al Estado no le cueste un céntimo la reducción de empleo de la empresa con más beneficios, ingresos, clientes y accionistas del país.
Sobre los cincos años de convenio demandado por los sindicatos, resulta fácil entender las resistencias por parte de Telefónica. Parece asumido que el universo de las telecomunicaciones y de la sociedad de la información evoluciona a velocidades de vértigo y que un lustro es una eternidad en este negociado. Basta con echar la mirada al panorama que existía en 2006 para comprender que en esos años no se había producido la explosión de las redes sociales o de Internet en el móvil, ni tampoco existían los 'iPhones' o 'smartphones' en los bolsillos de medio país. Por todo ello, resulta lógico pensar que Telefónica no comprometa su futuro con decisiones demasiado aventuradas.

Lo mismo que hace ocho años

Tal y como se desprende de las últimas condiciones del ERE, el nuevo escenario es similar al emprendido por Telefónica en el pasado. De hecho, el ajuste realizado entre 2003 y 2007 garantizaba a cada despedido el pago del 70% del salario y, según recordaron ayer fuentes de CCOO tuvo una acogida cercana al 80% entre los más 13.000 empleados al que se dirigía.
En esta ocasión, según resume el sindicato CGT, "la edad de referencia del nuevo ERE se fija en 53 años, mientras que el porcentaje de salario a recibir como indemnización baja de 70 al 66%", explicó ayer CGT a través de un comunicado. Los portavoces de CCOO estimaron ayer que el coste del ERE tendrá un coste para Telefónica de 2.600 millones de euros.
Esta valoración implica una indemnización media de 400.000 euros por cada empleado, si se asume la cifra de recorte sobre 6.500 empleados. Dicho dato ya lo desveló elEconomista, en su edición del pasado 20 de abril, donde también anticipaba las intenciones de Telefónica de cubrir todos costes públicos derivados de su recorte de plantilla.
No obstante, fuentes conocedoras del proceso matizaron ayer, según informó la agencia Reuters, que las negociaciones con los representantes de los trabajadores no están cerradas, por lo que aún es pronto para precisar el número de empleados y por lo tanto el coste del ERE. "Es un proceso abierto, hay que esperar al final para ver los detalles", apuntaron.
La próxima reunión entre sindicatos y empresas se celebrará el martes 7 de junio, encuentro en el que podrían volver a cambiarse las condiciones del ERE, aunque parece poco probable.

FUENTE: http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/3122364/06/11/Telefonica-cambio-las-condiciones-de-su-ERE-por-la-duracion-del-convenio.html

 

 

Telefónica despedirá a 8.500 trabajadores en cinco años

Telefonica
Fotografía de archivo del edificio de la nueva sede de Telefónica , conocida como el Distrito C de Telefónica , situado en el PAU de Las Tablas (Madrid).
Telefónica propone ahora un expediente de regulación de empleo que contempla una reducción de plantilla de hasta 8.500 puestos -sobre un total de 28.000- a lo largo de cinco años, hasta dejarlos en torno a 20.000 a 31 de diciembre de 2015, puesto que el plan contempla la creación de empleo hasta un número máximo equivalente al 5% de la plantilla en ese periodo. El documento, que la operadora entregará este jueves en el Ministerio de Trabajo, supone la extensión del plazo y el aumento de las bajas respecto al anuncio inicial, que cifraba las salidas en un 20% de la plantilla de Telefónica de España en un periodo de tres años. La compañía alega la existencia de una “causa económica”, con un escenario de ingresos “inexorablemente decrecientes”, y añade que la presión de los reguladores condiciona su capacidad competitiva.
Se abre ahora un plazo de un mes para la negociación con los sindicatos. La extensión del plan a cinco años, aunque eleva el porcentaje máximo del recorte total de empleo hasta un 25%, permite vincularlo a un convenio por un lustro en el que la empresa asumiría el compromiso de fijar la plantilla definitiva de la operadora en España, una exigencia de las centrales. El documento- propuesta así lo recoge, al reflejar que la medida de ajuste, además de contribuir a solventar la situación de dificultad de la empresa, “garantiza la estabilidad del resto de contratos de trabajo”. Rebaja, además, la cifra de salidas estimadas por cada año: desde 2.170 en el programa trienal hasta 1.700 en el nuevo planteamiento.
La propuesta es abierta, de manera que los trabajadores pueden pedir su inclusión en el ERE voluntariamente. No hay tramos de edad, si bien es previsible que los incentivos económicos, que aumentan con la antigüedad, animen a los más veteranos. Pero la compañía no se apeará del objetivo previsto y advierte de que, si no se cubre, recurrirá a las externalización de determinadas tareas.
Sin recurso al paro
Asegura la operadora que el plan responderá a los principios de universalidad, voluntariedad y no discriminación. Pero la negociación con los sindicatos, y el recelo que el primer anuncio suscitó en el Gobierno, abre un abanico de posibilidades. En expedientes anteriores, la empresa abonó a los trabajadores salientes las cantidades correspondientes para que siguieran pagando las cotizaciones a la Seguridad Social -cuya caja siguió registrando los correspondientes ingresos-, pero les ‘descontó’ las prestaciones de paro que tenían derecho a percibir, y que todos ellos cobraron.
La coincidencia del anuncio del ERE con la propuesta de ‘bonus’ a percibir por los directivos de la operadora, llevó al Gobierno a plantear que los ajustes realizados en las empresas que presentan beneficios no cuenten con las aportaciones del seguro de desempleo al negociar las condiciones de la salida de los trabajadores. La operadora parece dar por descontado que se le aplicará este principio. Que los empleados cobren las cuantías correspondientes forma parte de la negociación, si bien parece claro que no será este punto el que ponga en riesgo un potencial acuerdo.
El plan social propuesto a los representantes de los trabajadores incorpora, además la creación de empleo equivalente a un 5% de la plantilla como máximo, planes de formación de nuevos perfiles profesionales y programas de reubicación profesional.
Razones para el ajuste
Las señales de alarma se encendieron para el grupo de telecomunicaciones con los resultados del pasado año. Los ingresos de la actividad en España descendieron el 5% el pasado año, y, lo que es peor, el beneficio operativo se redujo en un 14,5%. De ahí que Guillermo Ansaldo, presidente de Telefónica de España, anticipara en las jornadas de encuentro con los inversores los proyectos de reducción del número de empleados.
El presidente de la operadora, César Alierta, defendió la necesidad del ajuste en la pasada junta de accionistas. “Sin los expedientes de regulación de empleo, Telefónica estaría quebrada”, dijo, en alusión a la reducción de plantilla que acompañaron la transformación tecnológica. Y recordó los recortes de empleo aplicados por la principal compañía alemana, o el anuncio de la holandesa KPN de rebajar su cifra de empleados en un 25%.
A estos argumentos se añaden ahora los aportados en el ERE. A las causas económicas suma las tecnológicas, organizativas y de producción. Y agrega la concurrencia de un motivo que considera “de fuerza mayor en sentido no estricto”.
La operadora, a la que se considera como dominante en la totalidad del territorio, denuncia que se encuentra seriamente afectada en sus planes comerciales por las condiciones que le impone el regulador. Esta ha sido la principal causa de la reciente modificación de su estructura regional, que se propone dar ‘autonomía’ a los territorios para que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones no le imponga aplicar a escala nacional las ofertas con las que intenta replicar a sus competidores.
FUENTE: http://www.alertadigital.com/2011/05/25/telefonica-despedira-a-8-500-trabajadores-en-cinco-anos/

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